abril 21, 2021

Los Escritores Benditos no saben hacerlo

     No olvides escribir con el estómago vacío. No olvides la santidad del AGUA y los restos de nicotina (en cualquier formato) por toda la habitación. No olvides tomar tu medicación para bajar un poco toda esa cafeína eléctrica que has consumido. Has de hacerlo y ni siquiera sabes cómo, solo reconoces el porqué primigenio de toda esta mierda. Ya sabes. Haz de hacerlo.

    Tengo unas cuantas novelas por leer, unos cuantos pantanos en los que meterme sin guías nativas, y hacerlo, para encontrar el árbol milenario de la fruta de la CERTEZA. Es tan dulce, la fruta, que empalaga hasta la náusea... Mientras siga escribiendo mis demonios no podrán tirar de los músculos de mi espalda hacia atrás... Mientras lo haga todo FLUYE hacia y desde la NADA. La NADA no es más que la ausencia absoluta de interrogantes alrededor de mi cabeza y la DUDA clavándose en mis ojos. No os llega porque no quiero que os llegue. Ella sabe. Él sabe. Vosotros no. Es lo que hay de momento. 

    Y, desde este momento, no sé cómo debería sentirme... Les dejo hacer su trabajo: las palabras se van desordenando desde el momento en el que aparecen en la pantalla. Somos los escritores Benditos. Nak y yo, pero nos cuesta acostumbrarnos al picor de lana de la bendición. Tenemos el flow, la falta de criterio y fuego en los pulmones; ya sabéis de qué hablo. No se trata tanto de arder o arrancarse un pedazo, creo que se trata de hacer arder las chozas de los aldeanos y llevarse a todas las virgenes del pueblo: fornicar con ellas y devorarlas después..., al contrario también le vale a un escritor Bendito con piel y aliento de DRAGÓN. 

    La identidad del escritor Bendito debe estar con un pie en el Yang y el otro también, así se puede inclinar la cabeza y husmear el Ying, a ver qué pasa. El talento del escritor Bendito no importa, es un canal y no el emisor (teoría de la comuncicación, ya sabéis), su genio, si es que lo posee, radica en la raíz de un montón de cosas que se intuyen, pero para las que las palabras son insuficientes, ya sabéis. 

    Así de mediocres somos los Escritores benditos... Que no sabemos HACERLO.

    FINAL DEL VOL 1



                                                        

    

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Om namah Shiva ya. Escupe fuego bendito, ordenando una cabeza más caótica que el propio universo a base de crear así como fuere exprese usté.
Muy bien, muy bien.

Cabrónidas dijo...

Hostia, Bicéfalo, yo soy incapaz de escribir con el estómago vacío. De hecho, o tengo que escribir después del almuerzo, comida, merienda o cena. El hambre me desconcentra y se me come las ideas.

R. Sánchez dijo...

Gracias por leer, gente. Gracias.

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