Mostrando entradas con la etiqueta Yo que se Palabras que me dijeron. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Yo que se Palabras que me dijeron. Mostrar todas las entradas

mayo 24, 2023

Esto debe acabar


ACABEMOS YA


Después de tanto tiempo, ya era la hora. Las dos llevaban un tiempo evitándose, una huía de la otra y la otra la dejó de buscar, no podía estar detrás de ella todo el rato, tenía otras cosas que hacer. Ella, Muriel, estuvo planeando todo. Estaba llena de sangre y sesos, de basura y de mierda, necesitaba un baño urgentemente pero no podía perder el tiempo en ello, el tiempo no estaba para nada a su favor. No tardó en llegar la otra, la otra Muriel, que ahora ya no quería llamarse así porque no quería ser parte de ella, ya no, ahora se llamaba Sonam. 
- Joder, ¿has montado todo esto por mí? - gritó Sonam mientras se quitaba el sudor de la frente por tener que subir aquella colina - Me cago en la hostia, tía, al final vamos a parecernos y todo.
Muriel sonrió con aquella frase, pero no tardó mucho en volver a ponerse seria. Se echó su pelo mugriento hacia atrás y se dirigió hacia ella a paso firme y lento. 
- Tenemos que hacer esto, Sonam. No podemos seguir así. Por favor, hagamos esto - masculló Muriel mientras pasaba con cuidado por los cadáveres de todos aquellos nazis que se había cargado para atraer a su compañera - Ven aquí. Por favor.
Sonam se quedó mirando los monolitos a su alrededor y como estaba todo lleno de sesos. Los cadáveres habían sido asesinados con mucha violencia, como a ella le gustaba, eso era lo que le atrajo, el sabor de la violencia explícita. Se acercó un poco más a ella y se reflejó en Muriel, eran exactamente iguales, era ella.
- No podemos hacer esto. Tú eres muy blanda, quieres hacer un babanohoptero, quieres peluches lindos y dar abrazos - gruñó con rabia - Y yo quiero arrancar las tripas a los políticos, comer mierda del culo de algún muerto. No podemos hacer esto. Ya no somos la misma persona, cariño - acarició con dulzura la mejilla de Muriel que se sonrojó al tacto.
- ¡No saques lo del bananohoptero! Era un secreto nuestro... - agachó la cabeza y una lágrima le cayó por la mejilla - Antes era distinto. Podíamos ser la misma. Recuerdas aquel día en nuestro portal, fue tan..
- No digas nada de eso o te mato aquí mismo.
- Fuimos muy felices. Fue la primera vez que nos vimos. Éramos felices. Éramos una y ahora ...
- Todo ha cambiado, Muriel. Antes... te querías. Después de todo ese descuido, de caer en las drogas, en automutilarte y destruirte poco a poco, no podía estar en ese cuerpo. Ya no podía, me estabas matando poco a poco. Tenía que salir de allí
- Pero ese día en el portal...
- Ese día no fue feliz, Muriel. Fue la primera vez que empezaste a fumar y a drogarte. No era feliz, solamente estaba bajo los efectos de los porros, pero yo no quería. Necesitaba salir de allí y al salir salió toda mi rabia, necesitaba sacar mi furia. Tú nunca lo hacías, te escondiste en las drogas.
Las lágrimas empezaron a caer por las mejillas de las dos chicas, parecía que una lloraba frente al espejo, pero realmente estaban una frente a la otra.
- Ahora sí. Mira - señaló a todos los nazis muertos - Ya se sacar esa rabia. Lo estas viendo, puedo hacerlo. Solo necesito estar contigo. Que estés aquí. Que nos queramos.
Sonam no dijo nada, solamente se lanzó hacia ella y le plantó un beso en la boca, un beso que hizo que volvieran a ser una. Muriel, o Sonam, cayó al suelo de culo y se puso a llorar de nuevo. Ahora volvía a ser ella, podía dejar toda aquella mierda autodestructiva y ser feliz. Ya no era ni Muriel, ni Sonam, ahora su nombre es Gabriel. Y este Grabriel iba a ser dulce con quien lo merece y violento con aquellos que le jodieran. Rabia y dulzura. Amor y guerra. Ahora es cuando era feliz y sabía que su otro yo también lo era.

Periplo del [meta]héroe

 Monomito abajo solo hay sombríos intrarquetipos. Lo descubrí una mañana sin sol pero también sin nubes, una de esas mañanas anodinas como l...