junio 30, 2016

Siempre escribo después de jugar a la ruleta rusa con un pequeño 38 en negro mate. Suelto el revólver. Conjuro a las palabras correctas para celebrar la vida orgánica recién afirmada y rezo a mis dioses. Sé que no podré cumplir con las expectativas, que fracasaré otra vez, que borraré más de cuatro frases y tomaré un rumbo nuevo. Es imposible escribir un poema sobrio después de sobrevivir a la muerte-posibilidad: La vida-deseo se desnuda frente a mí y dice "tómame". Yo me deslizo hasta su piel y las presento: piel, te presento a piel, disfruten de los huecos que dejó la vida. Las palabras erróneas también pesan, se estrellan en las esquinas internas de mi calavera. ¿Sabías que nuestros huesos siempre están sonriendo? Pues eso. Sintiendo cada impacto de cada palabra errónea me doy por satisfecho...
... Cada mañana juego a la ruleta rusa y escribo algo. Estoy vivo, me digo, estoy a este lado del espectro. Escribo mierdas punzantes y vuelo demasiado alto para un enfermo mental... los duendes de parque me protegen, he aprendido a conjurarlos.
Poema raro. Dictado por Alpaviese Palabras desde más allá de mi meninge. Relato patrocinado por British American Tobacco (Brands) Limited & Café de Colombia & Especia de Marruecos. Con el apoyo de Wake up, Zombie. 2015, diciembre. Anti-copyright. Eso.


Salud

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