Nos encerramos en una casa y escribimos una novela sobre la luz que hay oculta en la locura, una orquídea nemea arrancada del fondo del Ruido Terrible, y esto es una amenaza. Ya estoy llegando al parque donde los OVNIS donde la magia y el tiempo nos empuja a gritar en francés: Asesinos de la policía. El parque estaba en contra. Ya estoy llegando al segundo párrafo. Doble salto.
Ya estoy llegando a deshacer el ardiz: Se trata de un mapa de beats, de palabras suaves que ocultan una cuchilla infectada con el virus de la inteligencia, se trata de un estigma sangrante donde nada el Kraken..., y de pensarlo tan profundo ando sumergido pero no sirve pues aún no me ahogo. Parece que esta mutilación sincronizada va a estirar el espectro al máximo. Y es que el niño de dentro sabe nadar o no rendirse. Polizones. Los hay por todos lados. Y algunos tienen suerte de haber podido elegir traje, otros sólo debemos preocuparnos de en que barril escondernos. Y esperar.
Ya estoy llegando. O eso parece. La habitación toma tierra y la ciudad se ha retorcido como un nudo marinero. Alguien ha cambiado las reglas sin avisar. El paisaje ha cambiado. Otro nuevo polizón, aspirante patético a lider de tribu se ha autoproclamado director de orquesta. Y no suena nada bien. Nada de lo aprendido sirve. Todo conocimiento es subversivo y sospechoso de afanar tiempo y trabajo. El tipo hace aspavientos y torpemente el barrio/trinchera es empujado hasta su redil. Pastoreado por pequeños matices. Nada de lo aprendido sirve. Sin querer cojes la soga y la rodeas en tu cuello. Un perfecto nudo windsor con que apagar la llama. Un nudo insalvable con que colocarte en tu sitio. Vuelva a la fila soldado. Solo le queda una oportunidad. ¿Y que vas a hacer? Pues lo obvio, empujar.
Ya estoy llegando... Una bruja me dice que NO, que va a haber MUERTE, me dice en el barrio-naufragio donde todo el mundo danza, danza, danzan benditos. Estamos fumando para matar al tedio, escribiendo duro para haceros florecer: Palabras malditas que anteceden a la masacre, le preparo la cena a la bruja y me muestro amable porque nos apetece. Este juego se derrama desde mi cabeza y salpica con su luz al mundo. No quedan excusas y quiebro al destino de la humanidad con un legado de FUEGO. Paso mi mechero, cedo mi espacio y mi destino parece cambiar, es la última oportunidad de ser en un mundo nuevo. They keep calling me... They keep calling me... Así nos vamos a dormir en un parque, a soñar con rosas neon y rayos que nos electrocutan como si fueramos David Bowie... Ya ESTAMOS llegando.
A + [SoL] = ?
Gracias a Nacho por la colabo en este texto, ¡seguimos!