junio 03, 2024

contexto de un juego de ROL

 

EL MUNDO TAL Y COMO LO CONOCEMOS


"Este tinglado lo manejan cuatro mega-coprs ¡Cuatro, tío!"


Xx_Cyrush_xX, an Old Skooler (Año 64)


El mundo está dominado por cuatro mega-corporaciones que serpentean y se desangran en un centenar de mega-corporaciones más en un siniestro organigrama de control y opresión de la clase obrera segregada en la Zona Pobre. Son deidades en la tierra en comparación con el poder de nuestros héroes del juego. Los personajes jugadores rara vez se codearán con los consejeros delegados de las mega-corporaciones o su director que habitan barrios búnkeres en la Zona Rica y prueban sus cirberimplantes con su nuevo juego de palos de golf.


Las mega-corporaciones son el gobierno (ya no en la sombra) de facto. Controlan los precios, inyectan dinero en negocios frívolos que generan alienación, circense en ocasiones, en los jóvenes de la Zona Pobre. Las mega-corporaciones controlan a los cuerpos policiales: la Policía Blindada, los Antidisturbios, las Unidades de Intervención, y hasta a los Bomberos. Te venden la comida, el agua, la ropa, te proveen de refugio (insano, pero refugio), y te dan trabajo para que puedas comprarles un entierro digno. La Policía Blindada tienen un blindaje pesado de kevlar y munición ultra-rápida, los Antidisturbios llevan aguijones eléctricos para dispersar a la multitud hambrienta, las UDI, Unidades De Intervención tienen todo equipo de asalto ¡Hasta tienen un tanque urbano! Los Bomberos van armados con sus clásicas hachas además de sub-fusiles para el combate a corta distancia. Esto deja a nuestros héroes en una situación muy comprometida si se quieres dedicar a actividades ilegales como jugar a Sh00ter.


...Este es un juego de rol nihilista: en un occidente segregado la juventud alienada lucha por encontrar una válvula de escape al futuro que les espera: muchos usan drogas por culpa de la alienación, otros se evaden con videojuegos (como los Old Skoolers, fanáticos de la carne y anticiberimplantes) o espectáculos clandestinos como la música Rap, el Punk, o los vídeos de hongos sagrados... Lo-que-sea les vale.


El jugador de Sh00ter es un nacido en la Zona Pobre que tal vez, y sin saberlo, se esté enfrentando a una poderosa corp de info. por tratar de llevar adelante su fanzine deep-weebero de contrainformación. EL JUGADOR DE SH00TER NO TIENE OPCIONES DE GANAR. A no ser que se dé el caso de una larga campaña generacional (con muchos muertos en las filas de los jugadores) que consiga una pequeña victoria que haga un inofensivo desconchón en la piel pétrea del dragón. Divertido, ¿no? Sh00ter es un juego sobre la alienación que produce la segregación y como el capitalismo más cruel destruye o aplasta cualquier cosa hermosa que prometa cambio o revolución. Es un juego hecho para perder si no a medio sí a largo plazo, pero es un juego para gente que lucha. Es una alegoría del activismo real. Si lo quieres, lo quieres para morir de pie, luchando contra la alienación... Hay acciones que bajan los puntos de alienación en mayor o menor medida: recuperar un brazo/pad/arnés para jugar a Sh00ter bajaría la alienación. Descansar viendo la TV puede bajar los puntos de estrés, pero suben la alienación. ¿Entonces para qué jugar?


La Zona Temporalmente Autónoma es un concepto desarrollado por el filósofo Hakim Bey que elabora a partir de las comunidades libres de piratas del siglo XVIII, eran independientes y sin intervención de gobierno alguno (TAZ), y como en aquellas los jugadores de Sh00ter pelearán por su TAZ hasta que caigan.


Sh00ter después del día del sabotaje se convierte, en la Zona Pobre y para la cultura Old Skooler, en un peligroso juego clandestino difícil de llevar a cabo (por la carencia de balas sanadoras Old Style o Sabor Viejo o simplemente clásicas). En el Sh00ter 2.0 que se juega en la Zona Rica las balas sanadoras han sido modificadas para capar la experiencia del respawn privando al Sh00ter 2.0 de la cercanía con la muerte y sus enseñanzas, pero nuestros chicos son muy hardcore y quieren la experiencia clásica y completa. El jugador clandestino de Sh00ter debe buscar en la figura de los llamados Apóstoles abastecerse de balas sanadoras clásicas.


Dicen los Old Skoolers más sentimentales que Fikus es el líder en la sombra de los Apóstoles aunque nadie sepa si esta amalgama de armeros, brigadistas, y fanáticos de las armas de fuego tengan una organización o ni siquiera se conozcan entre ellos. Tan sólo hay rumores en la web y en los zocos ilegales de comercio. Se les llama Apóstoles porque tienen las especificaciones técnicas que Fikus entregó a Jesús. En realidad no son ninguna organización, pero se suelen respetar entre ellos. Cada Apóstol (son muy perseguidos) tiene un Heredero (se hace a través de la deep web) que si bien no puede fabricar si puede tener un buen suministro de Balas Clásicas, también son una buena opción.


Conseguir un brazo puede ser más fácil: los hay en los enormes vertederos de Atolladero (el 3º mundo ha quedado como un vertedero de tecnología), se pueden obtener también en la Zona Rica, o a través de una tirada de Callejeo en los Zocos de comercio de componentes de alguna Ciudad Dormitorio.


                              *****

 

Por Raúl Sánchez, un juego de rol. 

junio 01, 2024

Perros de caza, perritos de aguas

  Madame D’Aulnoy no puede dormir esta noche. Los perros ladran. Capítulo 125. En camisón y palmatoria, reflexiona circunnavegando su escritorio, de paseo por la estancia. Gracias a internet aprendió que los gatos no tienen miedo a los perros, sino a los pepinos. No obstante, aún falta mucho para la era cibernética y todavía se cree con fervor que los cánidos y los felinos no se soportan. Ah, las gatas blancas, qué gran tropo zooliterario. Los gatos macho pueden ser de cualquier tipo y pelaje, atigrados, negros, parlanchines, idiotas, pero las gatas son siempre blancas, como Michele Pfeiffer. Avancemos. El gato con botas está enamorado. Ella es una tabernera del puerto de Niza. O quizá una modistilla de los suburbios de Poitiers. Ya veremos. D’Aulnoy esparce tinta frenética sobre el papel superior de un legajo que huele ligeramente a moho. Él sabe que ese capricho es un hándicap para la medra. Le conviene más un matrimonio con dote, al minino, un acuerdo con posibilidades, con buenas relaciones y gatitos eventuales, herederos de fortunas, títulos nobiliarios y almacenes hasta la bola de latas de whiskas. El Conde de Villagata y el Marqués de Carabás, socios inseparables. La gatita blanca será engañada con promesas, violada varias veces y por fin abandonada a su infierno suburbial, qué más dará Niza que Poitiers. Los perros ladran. No puedo más y la interrumpo. D’Aulnoy, mon dieu, qué drama. Ella me mira, saca los dientes y ladra: ¿qué quieres, alma de cántaro, un cuento de hadas?, ¿quieres un príncipe que busca el amor y una princesa maldita con pelo, uñas y rabo a la que amar por toda la eternidad?, ¿me estás pidiendo que pongamos fin al hechizo cristológicamente?, ¿te gustaría que saliese de una bellota un perrito muy pequeño, muy pequeño, muy pequeño? Impone, madame D’Aulnoy. Vaya si impone. A ver, doña, murmuro, que tiene usted libre albedrío, incluso dentro de mi obra, no puedo cambiar el pasado, lo de Pierre Menard solo funciona en el plano teórico, la resignificación de una obra es la mise en abîme de una minoría insignificante de lectores, escriba usted lo que le plazca, faltaría más. D’Aulnoy se queda pensativa en su aposento, con cara de perro suelto, eso sí, observando la nada reflexiva de la pared frente al escritorio circunnavegable. Esto es ficción. Por supuesto que madame no me conoce, ni sabe que existiré dentro de 300 años y dialogaré con sus cuentos. No ha pensado ni un solo instante en este textito que lees y leerás, pergeñado en los albores del tercer milenio de nuestra era común. Serán Halle Berry y Zoë Kravitz, ellas sí rastreables en mi tiempo y en mi espacio, las que me recriminen, de parte de D’Aulnoy, mi simpleza generalizadora. Gatas blancas, dónde se ha visto. Qué pelanas estás hecho, don.

mayo 25, 2024

Para poder vivir

 Tendría que volver a leer a Gabo, pero juraría que el coronel y su esposa son los papás de Pulgarcito. Puede parecer una simplificación injusta, a lo que responderemos explícitamente —Mierda. D’Aulnoy recogió en su Finita Cenicienta el tema del abandono infantil entre las clases altas y ahí está el quid, junto al ensamble y la babel. Al abandono le añades un par de malas hermanas, unos ogros hambrientos, un baile real y menudo panorama, doña, tremendo remix. Hay cuentos que son containers. La propia Finita es a la vez le Petit Poucet, antiPsique, Hansel y Gretel, y para acabar, Cenicienta perdiendo en su huida una chinela. Para qué desarrollar si puedes yuxtaponer. Tendría que releer a Gabo, pero juraría que el gallo también era un macguffin. Un maletín con espolones. Un Rosebud malayo. Mira que ya hemos leído alguna que otra novela y debo confirmar, madame, que su cóctel es de los que pega. Una distracción de carne y hueso, protagónica, simbiótica, mutante. Primera categoría en tragaderas. Una nada lineal que parece ser casi algo, una transparencia de cristal, un texto en franca carencia narrativa. Tendría que releer a Gabo, por última vez, pero juraría que el bote menguante de café es lo que faltó al rey y a la reina para poder vivir. Si hubieran sido pobres auténticos, de solemnidad certificada como el coronel y su esposa, sabrían que rascar el culo de un bote de café da la suficiente esperanza como para no abandonar a tus hijas en una gallera.

mayo 18, 2024

Perseguidor Wilenski

  La ciudad se está deshaciendo como una fruta podrida. Ayer fue Coltrane y mañana será Parker quien toque hoy ayer hace nunca. El tiempo es una balsa de sangre y heroína. El impudor estupefaciente. El sonido del cool inserto en Vivaldi. Ponme una máscara y déjame dormir hasta pronto. No nos damos cuenta, compañero Bruno, fiel como el mal aliento. La escena del nescafé en El perseguidor es previa a 1959. La escena del café arañado al fondo del bote en García Márquez vio la luz en el 61. Ambas plantean algo quizás muy sudamericano y por tanto universal: mientras haya café, hay dignidad. El tiempo literario, fruta podrida, se encapricha con que la primera escena, la más vieja, remita al presente futuro y la segunda, la nueva, al pasado remoto. Mientras haya tiempo, hay café. Mientras haya café, hay música. Y playas de Shyamalan. Y odiseas en el espacio, compañero Bruno, fiel como el mal aliento, donde el sonido no desapareció sino que entrará en otro lugar del cosmos, del entendimiento como recién nacido, del sulfúrico amor adolescente, del desorden nocturno del psicótico. Un tiempo que flotaría en libertad alejando de sí todo wagnerianismo, cada dios vengativo, nuestro romance eterno con la nada, cementerios rebosantes. La muerte prometida. El tiempo y su pérdida. La ciudad se está deshaciendo como una escala descendente en la distancia. Un saxofonista, descentrado en la pantalla, vaciándose los pulmones de arena. Imágenes no correlativas, somníferos, biografías. El color no es densidad, el peso no es una textura. La podredumbre huele a pasado mañana, a tarde imposible, a canción incorpórea, deseo, antecedentes, tiempo, compañero Bruno, fiel como el mal aliento, que velaste mi muerte antes de que sucedió, sucede, sucedería. Tardes enteras tocando Bach y, míranos, un montoncito azul de cenizas. 

mayo 11, 2024

Pure Coltrane

 Pulgarcito es pure Coltrane. Siete notas como siete leguas. Fa# Re Si Sol Sib    Si La. Tropezón. Precipitado. Re Sib Sol Re# Fa#. Como huyendo de algún ogro armónico en vertiginosa coloratura. Un hijo de puta, que decía Miles Davis. El jazz son zapatillas de trekking, de las de pasar con pasos gigantes por encima de todo lo anteriormente expuesto o acordado. Esto lo estoy tocando mañana. El jazz es esa ondina con olor a jazmín riéndose del transeúnte casual que la rechaza. Parece ofrecerte la divinidad fluvial y solo te garantiza un viaje al fondo del lago. El jazz, por último, son Ravel, Garban y Viñes a grito pelado en la Opéra-Comique, a miles de kilometros de Nueva Orleans. ¿Dónde estaba Gershwin entonces? Para concretar de qué va esto, se me ha ocurrido una rueda de referencias, un círculo de quintas ultradimensionado. Pulgarcito. Ravel. Ondine. Coltrane. Giant steps. Botas. Perrault. Pulgarcito. Y vuelta. Pero también se me ocurre la confusión estética y necesaria de la manzana con la rueca, la de Parker con Coltrane, la de las inofensivas botas del gato con las mágicas del ogro que mató a sus siete hijas. Siete, otra vez. Una por cada legua. Siete notas como siete cascadas. Do# Si La Sol Mi#    Re# La#, majestuosamente desmoronadas en un clímax acuático que va desde la humedad hasta el empapamiento. Y allí, entre la cellisca y el diluvio, hay un castillo de agua en cuyo balcón sumergido está John Coltrane asperjando sus miríadas de notas. Ravel toma apuntes desde la orilla del lago. Trane se ríe a carcajadas. Otra confusión, estética y necesaria.

mayo 04, 2024

Pinocho

 El Pinocho de Collodi me cae mal. Muy mal. Me cae peor que el Pinocho de Walter Elías, y eso es mucho caer, buzo de lavabos. Mal como para partirle la cara. Con un hacha. Es de madera. Sobre las piernas, tan flacas, mejor aplicar un sierra de marquetería. Un trabajo de ebanista. Despiece profesional. Será un gustazo devolverle en una mano el martillazo que aplastó al grillo. Sin clemencia. La otra mano la arrancaremos de cuajo, sujetándola en un torno. Tortura y percusión. Tortura y percusión. Tortura y percusión. En el fondo soy un moralista. Este pequeño monstruo de Frankenstein ha resultado ser incorregible. Usaré sus pies como tope de puerta. Los brazos, como tutor para mis monsteras. Y la nariz, la mítica nariz creciente, de tendedero de pieles, palo de gallinero, fusta palafrenera. Las manos, destrozadas ambas, serán reducidas a serrín y lo esparciremos alrededor como sangre sucia y coagulada. Pobre Geppetto, qué sollozos. Pobre Hada, mater dolorosa. Pobres Pigmalión y Morel, que son como de la familia. Con el cuerpo del muñeco haremos lonchas, contaremos sus anillos, jugaremos a tomar el té, platos de pulpo, lanzamiento de disco. Irán quedando trozos cada vez más inservibles. Prenderemos entonces una hoguera de estas partes, y de otras, y se irán consumiendo hasta la brasa y después serán ceniza. Je brûle les méchants. Con ella fabricaremos jaboncitos, los venderemos en instagram y Pinocho exfoliará de impurezas vuestra piel estresada por la insatisfactoria vida del siglo XXI. Bajo los rebuznos de sus amigos, el crepitar del fuego y el llanto computable de sus maestros de aritmética, tica, tica, tica, se escucharán las últimas vibraciones de una voz mecánica, una voz blanquísima de tocón, cantando con una técnica impecable de astillatura les   oiseaux    dans la    charmi i i i i i lle 

abril 27, 2024

Pierrot Lunaire

 Madame la Marquise, tout va très bien, salió a las cinco del aeropuerto para ir a bailar con Pierrot. Si Valéry levantase la cabeza se iría por la tangente. Godard miró el cielo. Rodar en otoño era un asco. Solemne, danesa y falsa, la Marquise recorrió descalza el Promenade des Anglais. Tenía los ojos de vida alegre y la línea de la suerte más corta, como es lógico, que la línea de sus caderas. Algo de trigonometría recordaba del bachillerato, así que estaba segura de que el triste de Pierrot iba a ser una presa fácil. Si Giraud levantase la cabeza se iría por la tangente. En el liguero llevaba un calibre pequeño, pero a su espalda asomaba un fusil como el que mató a Kennedy. Faltaban cincuenta años aún para que una narrativa así pudiese ser asimilada por el gran público. Los Elíseos azules, la muerte por amor, un tren en marcha. Pizpireta y cantarina, la Marquise quería para sí todas las olas del Mediterráneo. La noche se nos echa encima, Coutard, esto es un asco. Tout à fait, mec, c’est terrible. ¿Dónde está Jean-Paul? A varios kilómetros de allí, Pierrot esnifa los primeros rayos blancos de luna que rebosan del crepúsculo. La terracita del Café des Phocéens es coqueta y huele a sal y a desagüe. Le vin que l’on boit par les yeux à flots verts de la Lune coule. No sé si Marianne vendrá a la cita, se lamenta entre dos tragos. Una lágrima negra le resbala por la cara enharinada. Luego otra, y otra. Dentro del café un tipo intenta sin éxito subirse a la chepa de Coltrane. Cuando ella llegue, piensa, la besaré en los labios, bailaremos apretados, y bajo el vuelo de las gaviotas sombrías, frente al bosque de olas marinas, junto a la ciudad todavía ajetreada, haremos el amor atolondrado de los locos, los cocodrilos y las extranjeras. A la altura de Baumettes, Madame la Marquise se acuclilló para rastrear al Pierrot y el equipo de rodaje tuvo que cerrar los ojos o mirar para otro lado. Olfateó el salitre. Observó la luna, todavía tenue. Y entonces se le iluminó la sed en sus ojos nobiliarios. El rastro era sutil pero inequívoco. Se tiznó también de negro la cara con barro de un charco, en plan Comando, y se lanzó a callejear hacia el norte. Godard hizo una seña y la unidad, bendita steadicam, inició la persecución. Pierrot, por su parte, se levanta despacio, entra al café, paga sus vinos. El tipo del saxo suena como la nieve pisada. Le dedica un mohín de crítico soberbio. Si Coltrane levantase la cabeza se iría por la tangente. Aún hay tantos turistas en Niza. Cruza la calle y deja atrás la fuentecilla. El parque es ya como la boca del lobo. Las ramas de las palmeras cortan las rayas de luz de luna. La maigre amoureuse au long cou sera la dernière maîtresse. Alcanza la valla del auditorio y trepa con algo de esfuerzo. La Marquise se dejó caer hacia el sureste entre el gentío, bordeando el tráfico del sábado noche. Accedió al jardín tan sigilosa y al acecho que por poco Godard y el equipo la pierden de vista. El rastro de Pierrot se sobreponía limpiamente a la fetidez marina. Al llegar a la valla, por el lado contrario, la rasgó con un susurro de cizalla, como si fuese papel de seda. En el centro del teatro, ebrio tal vez de contar estrellas, Jean-Paul Belmondo da vueltas como un derviche. Godard levantó una mano en señal de alto. La Marquise descolgó su fusil y lo dejó en el suelo por innecesario. Con una voz hermosísima entonó Au claire de la lune… Él se tambalea un poco al dejar de dar vueltas. La Marquise …mon ami Pierrot… siguió acercándose y cantando distraída. Si Schoenberg levantase la cabeza se iría por la tangente. Je n’ai pas de plume, responde llorando Jean-Paul, je sui dans mon lit. Para la escena del beso, Godard tenía preparado un dolly zoom fabuloso sobre la pareja bailando abrazada en el centro del escenario. Primero el señuelo del amor y luego el tiro inesperado en la sien y la sangre de pega. Par mes fenêtres irisées je revois les bleus Elysées où Watteau s’est éternisé. Si Carnero levantase la cabeza se iría por la tangente. Había alto riesgo de que el baile con beso pudiese durar otra eternidad. Para evitarlo ella tenía ya la pipa en la mano. La belleza mata, podría haber dicho cualquiera de los presentes, qué mierda de título hasta para un telefilm. No habrá tiempo, sin embargo, para los nombres y la pirotecnia. Un tranvía azul descarrilado se llevará dentro de quince segundos por delante a la pareja danzante, ante el susto de todo el set de rodaje, que se va a librar por los pelos de correr la misma suerte. Godard mirará de inmediato al operario de cámara. ¿Lo tenemos? Lo tenemos. ¡Pues corten!

abril 20, 2024

Privada de su virginidad

 Toda crónica comienza con un ultraje. Nimio, veleidoso. Cuando no era por celos, era por envidia. Qué necesidad de humanizarse tenía el panteón griego, joder. Debe ser insufrible la divinidad. Andaban Tetis y Peleo en plenas nupcias y Eris que para la más bella. Allá que iba la joven Leda a dar de comer a los patos y Hera qué cisne ni qué cisne. Tejía Aracne hermosos tapices y Atenea que te quites, bicho. Sin embargo, es la impulsividad barra incontinencia barra perversión masculina la que genera ocho de cada diez parábolas. La violencia sexual es el carbono del mito. Antes laurel que virgen. Si no eres para mí, serás para el cielo estrellado. La entrada de papá Zeus en Wikipedia debería ilustrarse con su foto pasándose el consentimiento de sus víctimas por la cima del Olimpo. Ovidio y Apuleyo asoman medio cuerpo desde el backstage y hacen un gesto aquiescente con los cuatro pulgares hacia arriba. ¿Cómo no dirimir en favor de Eros la disputa con su madre por un quítame allá esa nuera? Júpiter, dios de la violación, se hizo el digno. El chaval ha privado a Psique de su virginidad, justo es que la acoja y la despose. Y más tarde, en voz baja, que se casen, hija, que la chica, una vez estrenada, es un trasto viejo, no te hará sombra por más que enamore a la cámara, los mortales solo son cabos sueltos, a servir coño no te gana nadie. 

abril 13, 2024

Pedo de papá

(Por error, este texto no se publicó cuando debía. Su posición es entre Palanganato y Palabras que yo todavía no sé. Primero pedos y luego loros. Mis disculpas.)

Tal vez huela mal, pero os aseguro que hay toda una mitología de los pedos de padre. Son parte de vuestra infancia, si la tuvisteis, los huérfanos van a tener que tirar de fe. En internet te puedes encontrar ventosidades paternas en cualquier tipo de coyuntura. Lista uno. Ascensores, reuniones familiares, bajo las sábanas, pujos ladradores, otros mordedores, apuestas, bromas, monólogos, cuñados, concursos. A Bandit Heeler se le caen. No lo puede evitar. Sus hijas lo llevaron a juicio. Qué personaje. Las princesas también se tiran pedos, Ilan Brenman e Ionit Zilberman, 32 páginas a todo color, Algar Editorial, 2011, tapa dura, tropecientas ediciones. Joder, hay artículos medioambientales (Los pedos de padre contaminan más que los pedos de vaca), artículos de El Mundo Today (Papá presenta su colección de pedos Otoño/Invierno), artículos gastroenterológicos (Intervención del cromosoma Y en procesos de flatulencia discontinua. Tres hipótesis). Mi hija, mi propia hija, inventó un juego: huele a pedo… de culo… de una persona… cuyo nombre empieza por erre, usa gafas, está medio calvo, escribe cosas como esta y ama los platos de cuchara. Y yo, claro, tenía entonces que adivinarme y fingir un gran enfado. Los hijos te devuelven hecho añicos al niño que fuiste. Ahora hay más canciones de flatulencias que antes. En los salvajes ochenta solo teníamos Enrique y Ana. Pedo de papi puf, puf, puf, puf, puf. La familia pedo levanten el trasero listos fuego. Etc. Etc. Lista dos. Sin duda hay más cuentos de hados fétidos, más camisetas graciosas, récord guiness multitudinarios, pedos íntimos, paternidades hediondas, chistes van un americano, un francés y un español, entonces para qué pregunta, un hombre y una mujer están en la cama y. Los pedos de papá Perrault fueron siempre memorables. Una arquitectónica escatología intestinal. Con olor de mil demonios. Ni los ogros. Alguna vez le reprendieron D’Aulnoy y Guillermo Carnero, tan exquisitos ambos, por ser tan cerdo, pero el viejo ladeó el cuerpo y soltó siete gases como siete leguas y los demás huyeron en tropel. Explícale tú al muy sinvergüenza, lista tres, que hoy en día nos sobran los juegos de mesa de tirarse pedos, los doritos sabor pedo, el premio nacional de pedos, grado y máster en pedos, pedos que imitan pedos, pedos que peroran sobre pedos, metapedos, multipedos, pedos rotos, la venganza de don Pedo, pedófilos, pedonautas, pedorretas, pedorros, pedillos a la mar, pedos adulterados, pedos de libro, de manual, de cajón, pedigüeños, pedúnculos de cultivo ecológico y corazones en pedazos. Agh, los cuescos de padre, fragancia del hogar de la niñez. 

abril 11, 2024

Grupo de estudio/ Grupo de control.

En realidad sólo hay un grupo, a saber: alpavese [depresivo con necrosis mental que no cree en lo Derechos Humanos, nosebundo(s)[maníaco adicto a su ego y a la cafeína] y Raúl Sánchez alias de MRSG [una persona real]. 

El "Estudio" se realiza en el instituto de condicionamiento rey Juan Carlos I (ubicado las inmediaciones del río Manzanares), nombre provisional del proyecto: Manzanas de GUERRA. 

Vamos a morir de originalidad, piensa el Ingeniero en Condicionamiento [un mimo que de pálido no requiere de maquillaje y su lágrima negra es un tatuaje hecho con rotring del 0.5]. El mimo se carga todo el curro para que, al final, el director del proyecto, que lo único que hace es correr en su moto de 1100 cc en todas las direcciones contrarias que encuentra y recoger los méritos del futuro paper. El director del proyecto firma y adquiere prestigio porque ha firmado, hasta ahí su principal ocupación.


                                                   [CONTINUARÁ]

 

Raúl Sánchez (MRSG)

abril 08, 2024

fe de erratas de NIPS [nosebundo inducido por substancias] 2.

[...] una vez de pequeño miré directamente al sol durante un eclipse. si hoy no estoy ciego es porque el carro mayor (el Viejo Oso) me trajo unos cristales para soldaduras a modo de protección.

 me enseñó 4 constelaciones, aún no tenía el nombre maldito, ni yo ni él. me enseñó a hacer una granja de caracoles partiendo de un cubo + una losa + unas hojas de lechuga. me enseñó la técnica sagrada de encontrar agua en el desierto, me enseñó a soldar, me enseñó que el Agua-lluvia es la mejor de las aguas posibles. la última vez que lo vi me dijo 3 cosas muy importantes: una: No pelees más. dos: gasta todo tu dinero, el dinero y tres: el aquarius de limón, éste es de naranja, ay... 

Paradojas de Zenón

Íncipit. Los primeros son pasos breves, tanteadores. Introductorios. Tal vez circulares. Existía una idea difusa, seguramente generativa: se...