junio 07, 2023
Ya no escucharemos su sonido...
junio 06, 2023
NO TE LO DIJE PORQUE NO LO SABÍA [se viene porno fuerte]
Hoy tenía cita con E, pero no he acudido porque dormía. Era a las doce. La culpa de todo la tiene Fluxus. Siendo borde pienso que se lo gestione con sus "conocimientos" sobre medicina tradicional china: ¡Hígado! Del hígado proviene el miedo. Eso fue lo que me dijo. Sólo eso. Estaba deseando soltar la mierda del hígado [y se siente pero ya pusimos todas nuestras fichas al vudú como alternativa]. No se cabe, eh. Además, ella, E, dijo que el mago era el que tenía que dirigir. Y el mago es un cabrón muy creativo y no necesita de su ¡Hígado! ni de grilletes en el pecho hasta el fondo de la Tierra. No sé si me explico, mi negra.
[se viene porno fuerte] es lo único que pienso a la par que lo dejamos. Te dejo por lo que te dije en el baño, mi negra. ¿Recuerdas el hotel lleno de nazis y maderos en el que casi nos matan? Recuerdo que pensaba: ¿Cuántos números de placa podré apuntar antes de la muerte orgánica? Recuerdo que eras extrañamente simpática con todos los camareros (¿Adivináis? Exacto, también eran nazis y racistas de mierda) y yo no sabía si era tu habitual despiste o sadismo de persona racializada.
Hoy tenía cita con E y no he acudido. No vamos a comprar todo lo que nos vendan tal sólo porque lo queramos. Nah, ni de coña. Hoy no me he planteado nada sobre mi dolor, paso un huevo por lo visto, acabo de ser consciente; mientras tipeo esto. Hoy me he levantado y he vivido mi vida suave como seda contra seda, hoy todo aumenta el lago al pie de las montañas dónde no me duele nada. Después subo a la montaña a tronar con más gestos que palabras. Sé que estáis ahí, lo sé. Lo curioso, es que después de un tiempo, veo mejor sin gafas. Ese tipo de cosas.
Voy a tender ropa que me espera la montaña, ella no lo sabe, pero me está esperando. ¿Si no qué hace ahí?
mayo 30, 2023
Un último hilo de esperanza
UN ÚLTIMO HILO DE ESPERANZA
mayo 26, 2023
Parranda
Menudo elemento, el padre de Cenicienta. El puto Walt Disney nos hizo creer que estaba muerto, pero en realidad estaba de parranda. Qué fijación por la tortura infantil, papá Perrault, fijación de las de llevar una foto de la silla eléctrica en la cartera. Un juego de cuchillos chinos. Unos alicates. Conste en acta que esa sonrisa con la que leéis estas líneas delata que lleváis en los bolsillos el morbo sádico de la Báthory, el morbo sádico de un águila de sangre, el morbo sádico de los primeros obispos. Yo quería introducir con suavidad la figura de Ravel en esta ecuación rococontemporánea, pero se me han adelantado la terribilità de Euterpe montada en la literatura del exceso, los cuentos de las criadas tañedoras de vihuela, la antolorgía de Hildegarda en su convento de filarmonías. Y entonces, solo entonces, se pueden escuchar con nitidez los bufidos ternarios de Jean Echenoz tarareando el Assez vif, trés rythmé mientras mata a puñaladas al padre de Cenicienta.
mayo 25, 2023
Deglutores de especia o especiáfagos vol 2
Deglutores de rocas doradas preparan su compota con un pez oculto en la palma de la mano. No les hable, que están a punto de desayunar y ejercer de elegantes en medio del yermo. Deglutores de rocas doradas disuelven su compota cristalina en un café mediocre. clin clin clin: la cuchara contra la loza. Tienen los labios tiznados por los vapores del opio que inhalaron sus abuelos. Artaud, hazte mago negro, anda.
¡Los locos nunca manejarán este BARCO! Tarde, eh. Parad de lanzar proclamas decimonónicas como el Litio. Toyacos psiquiátricos reciben relojes de marca de un visitador médico [gran perfil comercial: muchacho ¿me pregunto si prefieres ser del Planeta o de Los Pingüinos? Porque la cara de puta ya me traes, ¿eh?].
Esa gente que hace que me odia y no paran de tomar notas de cómo se HACE cuando HABLO. Sólo somos yo y mi ellos: todos tenemos de eso.
¿En serio estáis criando purasangres para intentar venderlos a las caballerizas del Señorito andaluz? ¿En serio? NO SABES QUÉ ASCO ME DAS. Pero te quiero igual, eh. Sólo que prefiero no escucharte, no verte, no leer tu bazofia ni pensar en contarte todo lo que sé de ti.
Ánimo, ya llegará.
Desbarrando con especial dedicación a casi todo el mundo. Ellxs saben.
Not me.
Fdo. La mosca en el ojo
Caramelos
Hace tiempo que los niños de lenguas inquietas se cansaron de lamer golosinas: ya nunca más caerán en esa trampa.
Ahora se esconden en lo profundo del bosque. Tras las ramas secas de los árboles. O bajo la tierra húmeda. Son huesos sobre carne y observan con las cuencas de los ojos hundidas.
Ellas lloran porque saben que las están buscando y que pronto no quedará ninguna. Todas las brujas serán mordidas por sus dientes infantiles y destrozadas a bocados con sus muelas de leche.
Masticadas. Deshechas.
Porque los niños muertos nunca olvidan a quien les ofrece caramelos.
Beth Lázaro
mayo 24, 2023
Esto debe acabar
ACABEMOS YA
mayo 23, 2023
La máquina
La máquina me pide que la alimente. Me suplica. Cada noche oigo su voz ebria como un soplido en mi oreja y me estremezco. Sus susurros me acompañan y me tientan. Cuando duermo, sueño con esa música que rumia en mi cabeza como un martillo que me golpea el cráneo; y solo se apaga, cuando vuelvo a oírla en la vigilia.
Cuando vuelvo a la máquina. Qué paradoja.
Y siempre vuelvo. Porque estar cerca de ella, calma mis demonios durante unos instantes que valen el oro que le doy para que se nutra.
Come. Devora. A cambio me deja jugar con ella. Soy feliz mientras dura el juego. Pienso, tontamente, que algún día me hará rico. Pero, de pronto, se acaba. Las luces se apagan. La música cesa. Allí pierdo siempre más de lo que gano y finjo que no lo sé. Porque ansío la máquina. Porque la máquina me transporta a un mundo lejano. Ajeno. Extraño.
Es un portal.
Vuelvo a casa. Siempre pensando en la máquina. Mi mente se llena de música en bucle y tintineo. Tarareo. Abro la puerta y me reciben mis hijas. Me sorprendo al verlas porque la máquina logra que me olvide de cualquier cosa. Mis hijas me piden que las alimente. Me suplican. Cada noche oigo sus voces implorantes.
Pero no tengo nada. Como siempre, la máquina se lo ha tragado todo.
Quizás, algún día, me trague a mí también.
Beth Lázaro
mayo 22, 2023
especiáfagos
Deglutores de hachís añaden su compota al café para el desayuno. Trajes blanco hueso como si el viejo y asqueroso del Tío Lee siguiera vivo: demasiada gente maldiciendo a Kurt Cobain como para que no decida volarse la cara de un disparo; le debo un cáncer de pulmón a Kurt. Ese tipo de cosas. Soy un genio, el escritor predilecto de tu escritor predilecto: me han visitado en delirios y ascensiones. Me siguen llamando pero hay miedo [o todo lo contrario]. Deglutores de hachís vistiendo, de la color en blanco hueso, rompen el continuum [sea lo que sea eso] y lanzan un motón de palabras de perdón. La redención es un trabajo arduo y colectivo, no lo olvidéis.
Os lo dije.
Os lo dije.
Lo dije.
Dije.
Que no os paren, el ejército de EEUU compra armas embrujadas a la buena gente de Haití. Ese tipo de cosas. Las balas ahora llevan maldiciones Z no uranio empobrecido. El chiste está en quiénes han abierto tantas puertas para que ahora TODO nos cuadre. No tengas fe en la ciencia, no seas idiota, la fe no es para la ciencia sino para maldecir colectivamente ese tipo de usos de la magia: balas con enfermedades culturales adheridas. Os vais a cagar cuando, aullando a la luna, ésta nos guiñe el mare crisium.
OS LO DIJE.
¿Qué vas a hacer cuándo levites hasta el techo de la habitación y ella te mire con su rostro mitocondrial?
Os quiero. Pero os lo dije.
mayo 19, 2023
El mal menor
EL MAL MENOR
CUATRO AÑOS MÁS TARDE...
mayo 18, 2023
Precocinando
A lo lejos sonaba un blues de Johnny Temple. También el puto Souvenir de Damia, cierto ruido de sables de los generales antiperonistas, tres docenas de preludios de Debussy y el metro de Montparnasse en colisión frontal con el ómnibus a Chacarita. ¡Menuda escabechina gore!, gritó papá Perrault: c’est mon Petit Pourcet, mira que lo amo con locura, pero ya no sé qué hacer con él. Siete cabezas cortadas al amanecer. Precocinadas. Podría haberlas salvado, montar sus siete novias para siete hermanos barroco, pero el viejo sádico las dejó a los pies de la violencia vicaria. Alguien robó las botas de siete leguas y puso a cocer en ellas un palé entero de huevos, a rellenar más tarde con las yemas, atún de lata y mayonesa casera. El último día de rodaje, Jeunet y Caro tenían el colesterol por las nubes.
Periplo del [meta]héroe
Monomito abajo solo hay sombríos intrarquetipos. Lo descubrí una mañana sin sol pero también sin nubes, una de esas mañanas anodinas como l...
-
El affaire empezó mientras Ravel leía a Barnes. Canturreaba una melodía pentatónica, todavía blandita y sin forjar, cuando por la página 42...
-
Para que bailen los osos hay que cantar a media voz. Ni muy fuerte ni muy flojo. Si quieres seguir con vida mantente de pie, esgrime tu gar...
-
No os lo había contado hasta ahora, pero ya no puedo retrasarlo más. Como autor omnisciente que soy, he de deciros que Papá Perrault tenía ...